La canción de las cerezas
Cuando ella llegó a París, la ciudad había dejado de ser una fiesta para convertirse en un espléndido vertedero. Todos llegaban a París huyendo de sí mismos, y por eso París era inevitablemente la ciudad en la que todos acababan encontrándose. Y es que todas las ciudades son la misma ciudad, y una casona ocupada en la plaza de la Bolsa puede erigirse en una metáfora del mundo. La canción de las cerezas es un relato sobre el aprendizaje de la vida, el descubrimiento del amor y la búsqueda de la felicidad. Tierna —pero al mismo tiempo incisiva y mordaz—, comprometida —pero a la vez descreída e irónica— y siempre sorprendente, la segunda novela de Blanca Riestra nos enseña que, en cuestión de sentimientos, hay poco que enseñar. A fin de cuentas, como dijo Cioran y pronto descubrirá la joven protagonista, «toda lucidez no es más que la conciencia de una pérdida». La canción de las cerezas, que obtuvo el VI Premio Ateneo Joven de Sevilla, confirma a Blanca Riestra como una de las voces más originales de la reciente narrativa española.