La hora de los monos
¿Cuál es el revés de la trama de lo cotidiano? ¿Qué se esconde detrás de esa calma aparente que se sucede día tras día? Cuando lo “normal” muestra su hilacha, es posible que lo haga con el tono de los cuentos de La hora de los monos.
Una duermevela extraña que tiñe, entre otros, los movimientos de los adolescentes de un pueblo que giran en falso entre la muerte y sus calles; o una tarde que termina en una tragedia sin sentido en el estacionamiento de un supermercado; también la previa de un viaje en avión que despega desde la selva brasileña; la intimidad de una pareja asediada por la locura; la relación de una señora mayor con el zoológico y los extraños ritos de una danza demasiado de vanguardia.
Cada una de las narraciones de Federico Falco descorre la figura velada de un cuadro que detrás de su tela –como una obra de Francis Bacon replicada al infinito– esconde un orden que roza lo siniestro. Una prosa por demás personal, que hace de la construcción de climas únicos, y no de la acción vertiginosa, su estrategia narrativa y, lo más importante, su extrema originalidad.
“Hace unos meses publicó un libro de cuentos en Emecé, “La hora de los monos”. El título, a mi juicio excelente, es el de uno de los cuentos, pero no voy a explicarlo, porque es un placer llegar a él y descubrir a qué alude.” Antonio Muñoz Molina