La mariposa de Obsidiana
Siglo XV. Antes de morir, las víctimas sacrificadas en los templos aztecas veían, en su última imagen terrenal, la mariposa de obsidiana: un efecto del reflejo del sol contra el negro cuchillo de piedra con el que el sumo sacerdote les desgarraría el pecho para extraerles el corazón. Cuando se abriera la herida, esa mariposa mística elevaría las almas de los cautivos hasta los dioses solares, transformándolas en el espíritu de valerosos guerreros y en estrellas de la mañana.
Siglo XX. En la noche del 2 de enero de 1984, en el ámbito de una exposición sobre historia de la tortura, la policía española descubre el cadáver de una joven bailarina que ha sido salvajemente asesinada y desollada. El cuerpo aparecerá sobre un altar azteca. Entre las piezas de la muestra se echa en falta un antiguo cuchillo de obsidiana. A partir de ahí, los mandos policiales deducirán que se ha cometido un crimen ritual.
Partiendo de la escena del crimen y de los resultados de la autopsia de la víctima, la subinspectora Martina de Santo, al frente del caso, investigará el pasado de la stripper asesinada y consultará a los arqueólogos acerca de las ofrendas de los pueblos precolombinos. La investigación se complicará cuando, pocos días después, una segunda mujer –también joven y atractiva- aparezca sacrificada y desollada del mismo modo que la primera.
Al igual que “Los hermanos de la costa” –primer caso protagonizado por De Santo-, “La mariposa de obsidiana” es un thriller imaginativo, rico en personajes y en documentación histórica, con escenas de gran intensidad, una trama redonda y un ritmo implacable que nos conduce sin respiro hasta su insospechado desenlace.