Liturgia de difuntos
La toma de Granada en 1492 significó no sólo la expulsión definitiva de los árabes del reino, sino también una persecución encarnizada contra los judíos. Ese año, Mosé ben Aberatel, ilustre senador sefardita, debió abandonar la que fuera la tierra de sus ancestros, para vagar por Europa, continuando de este modo con la diáspora tan común a la historia de su raza. Años después, algunos de sus hijos regresaron a la península y lograron sobrevivir como falsos conversos o como católicos legítimos que repudiaron su pasado. Uno de ellos, Alonso de Tordecillas, vivió como ferviente cristiano hasta que su hermano, quien nunca pudo renegar de su religión, fue condenado a la hoguera. A partir de este momento, Alonso de Tordecillas duda de su nueva fe y se empeña en descubrir su origen; pero siente el asedio de un hombre misterioso, Nuño de la Cueva, principal informante del Santo Oficio...
Hoy, cuando la lucha entre culturas parece recrudecerse, cuando la búsqueda de la seguridad entra en claro conflicto con la libertad individual, esta primera novela de Fernando Toledo tiene una extraordinaria vigencia.