Mejor no saberlo
Leopoldo Hurrego es el nieto de un ex jefe de Estado, que regresa al país después de muchos años de exilio para dirigir un proyecto en Cartagena. El personaje afronta los conflictos propios de quien ha ignorado la realidad y debe enfrentarse a ella, además de tener que liberarse de la culpa ajena y superar la somnolencia que le producen los relatos de algunos de los que sufrieron el Gobierno de su abuelo.
Castillo, un desconocido autor, ha escrito una novela a partir de fragmentos de la vida de Leopoldo, a quien le hace llegar los textos, de tal forma que desde las primeras páginas emerge la voz del personaje real en quien está basada la vida del protagonista. El desarrollo de la trama se ve contrapunteado por los comentarios del verdadero Leopoldo, que contradice gran parte de las situaciones y acciones transcurridas en la novela y niega que lo relatado ocurra en Cartagena o que su familia sea de Colombia. Por encima de esa voz discordante, el personaje de la novela busca su camino, no sólo para enfrentarse a la corrupción local, sino para asumirse a sí mismo en medio de complejos sentimientos que distorsionan sus recuerdos, sus afectos y la relación con los seres que lo rodean.