Por los caminos del agua
María es una inquieta niña que pertenece a una humilde familia de campesinos castellanos de mediados del siglo XVI. Un día, unos gitanos titiriteros llegan al pueblo, y esa misma noche es testigo de cómo unos siniestros hombres caen sobre el campamento gitano y asesinan al patriarca en extrañas circunstancias. Consigue huir sin ser vista, pero su curiosidad hace que regrese al lugar unos días más tarde en busca de un medallón que la víctima había logrado esconder antes de morir. Inocentemente se lo cuelga del cuello, sin saber que ese gesto va a cambiar toda su vida. Pasados los años, María se reencuentra fortuitamente con esos mismos gitanos y se enamora de un apuesto gitano al que llaman «el Rubio». Tanto es así que no duda en escapar con él e integrarse en su comunidad seminómada. Con ellos descubre una forma de entender la vida totalmente distinta a la que había conocido hasta ahora, muy alejada de los prejuicios del pensamiento cristiano en los que había crecido. También con ellos aprende el poder de las plantas medicinales y sus aplicaciones para combatir las enfermedades. Esta nueva vida se trunca cuando la familia del Rubio descubre el medallón que la chica lleva colgado, recuerdan el trágico hecho y bajo el temor de la superstición, deciden abandonarla en el camino sin que su marido pueda hacer nada por ella. La muchacha, desorientada y sin entender el por qué del abandono, entra en una depresión que la lleva a intentar suicidarse sumergiéndose en un río. Pero en vez de morir, comienza así una serie de aventuras que la llevan hacerse pasar por un joven caballero para poder llegar desde la vieja Castilla hasta Sevilla, en donde cree poder recuperar la pista del Rubio.
Paralelamente, la historia del medallón va descubriéndose. La joya esconde un secreto: un mapa, y es codiciada por dos de los más importantes inquisidores de la época: el Inquisidor de Sevilla y el Inquisidor de Toledo, que lo llevan buscando desde antes de que el patriarca gitano fuese asesinado.
Ya en Sevilla, María no encuentra al Rubio y, desechando la idea de volverle a ver, comienza una nueva vida bajo identidad masculina. Entra a trabajar de aprendiz con un boticario, que le enseña las luces y sombras de una urbe efervescente, en la que se encuentran el nuevo y el viejo mundo. Tras un incidente en la calle, el Inquisidor de Sevilla se entera de que un muchacho lleva encima un singular medallón, y cuando comprueba que es el que buscaba, trata de conseguirlo a toda costa, incluso contratando los servicios de un asesino a sueldo primero y, cuando éste fracasa, encomendando la tarea a un oscuro conde italiano. Las circunstancias hacen que la verdadera identidad de María sea descubierta, y además, se vea forzada a esconderse de sus perseguidores. El destino hace que se reencuentre con el Rubio y, ante el peligro que corre María en Sevilla, deciden huir al Nuevo Mundo. Tras el viaje, una tormenta tropical hace que naufraguen cerca de la costa, y caen en manos de una tribu de nativos. Allí, la pareja es tratada como esclavos hasta que descubren la conexión de María con el medallón, y su actitud cambia radicalmente. Sin que ni María ni el Rubio sepan qué pasa, los indios les conducen por la selva hacia un lugar sagrado, en donde descubren que el medallón era tan codiciado porque señalaba cómo llegar hasta el mítico El Dorado.