¿Quién dijo viejo?
Año: 2005.
Editorial: Bruño.
En la residencia de ancianos el mayor horizonte de Lorenzo es contemplar sus zapatillas de orillo, sentado en un banco del jardín. Los días pasan, grises, iguales, monótonos, hasta que Ella aparece y todo se llena de color. Ella es una anciana residente que, al contrario de Lorenzo, está llena de ilusión y de ganas de vivir.
La minúscula y palpitante sorpresa que el anciano encuentra en un contenedor de basuras también contribuye a que su vida se llene de ternura, y con la ayuda de un pizzero y su moto, y de unos cuantos "cómplices" más, quedará demostrado que un corazón, por viejo que sea, aún puede ofrecer y recibir amor.