Sabor a chocolate
El joven Adrian Troadec se enamora de Alma, una violoncelista que cada día, al salir de su clase de música corre a una pastelería para comprarse un brioche. Sin saber cómo acercarse a Alma, Adrian descubre que el padre de su amada es un aficionado del ajedrez y decide aprender a jugar. Tres años después se convierte en el campeón de ajedrez de Suiza, pero Alma se ha enamorado de un aviador norteamericano así que parece que Adrian ha perdido su oportunidad de conquistarla, hasta que se da cuenta que Alma cada día va a por su brioche por que siente debilidad por el chocolate. Adrian decide abrir su primera chocolatería para impresionarla.
Setenta años después la fábrica de chocolate sigue funcionando, como testigo de dos guerras mundiales y la sinfonía incompleta de un amor.