Sombras nada más
Nicaragua, mayo de 1979. La rebelión popular que puso fin a la dinastía familiar de los Somoza avanza a lo largo y ancho del país. Las fuerzas del Frente Sandinista de Liberación Nacional abandonan sus refugios de montaña y sus escondrijos urbanos para iniciar la caza de la Guardia Nacional en las ciudades más importantes. Es un momento de ocaso, con el viejo régimen a punto de desaparecer y un nuevo poder aún sin consolidar. En las ciudades ya liberadas los grupos guerrilleros ejercen su poder, infringen castigos e imparten justicia. Ante la inminente caída de la dictadura somocista, Alirio Martinica trata de huir por mar. Es aprehendido por jóvenes combatientes del Frente Sandinista y llevado a juicio popular, acusado de participar, directa o indirectamente, en acciones criminales del régimen de Somoza, de quien llegó a ser secretario privado, «hombre todopoderoso en las sombras», hasta que hacia 1976 lo echaron del círculo íntimo en medio de confusas circunstancias.