El corazón de Júpiter
No fue fácil para Isla cambiar de ciudad y empezar de cero en un nuevo instituto. Ella ansiaba pasear por el espacio, avistando planetas a través de su telescopio, sumergida en el vientre del universo. Casiopea, el nombre de la tortuga mágica de Momo, era el nick que utilizaba en los foros sobre astronomía en los que solía participar. Allí fue donde conoció a Júpiter, alguien que parecía saber mucho sobre las estrellas. Las largas conversaciones que ambos mantenían hasta bien entrada la madrugada, encendieron una luz. Entre los dos existía una magia que traspasaba las fronteras del ciberespacio. Isla sentía la necesidad de saberlo todo sobre Júpiter: dónde vivía, a qué instituto iba, su nombre real… Se citaron para conocerse una noche de San Juan de hogueras y mar embravecido. Fue entonces, después de despedirse de su amiga Mar, cuando Isla se precipitó en la oscuridad. Su vida estaba a punto de cambiar para siempre.