No digas nada
El nuevo supervisor de las cámaras de la Pequeña África de San Francisco repasa una y mil veces las imágenes del último mes; pero es en vano, no hay ni rastro de Touré, se ha esfumado.
Aunque sus amigos, Sa Kené, Osmán y Xihab, tampoco conocen a ciencia cierta su paradero, saben que se ha largado harto de humillaciones y de ser utilizado por la policía. De hecho, el burkinés ha decidido desaparecer para refugiarse en un pueblo perdido del Pirineo navarro, donde le espera Adama, antiguo compañero de fatigas desde que ambos fueran los únicos supervivientes de la travesía en patera.
Con un oficio más que añadir a su variopinto curriculum, ahora Touré se dedica a cuidar ovejas, y lo único que desea es una vida tranquila, pero allá donde va su destino le persigue. Nuestro detective-vidente se verá envuelto en una serie de vicisitudes estrambóticas, y estará a punto de perder la vida intentando resolver un caso en el que nunca se hubiera querido involucrar.
El protagonista de esta novela huye de sus problemas buscando paz en otro escenario, pero esto no resuelve las dificultades a las que debe enfrentarse como migrante, es lo que nos describe Arretxe en este rural noir, con un texto sobrio no exento de ingenio y humor.